Además de adornar y darle sentido a la ambientación de una fiesta o de una ocasión especial, los globos brindan alegría y llaman la atención de chicos y grandes. Cuidarlos es esencial para que tus invitados los puedan disfrutar al máximo, principalmente durante eventos prolongados.
Los globos de látex se pueden perforar fácilmente, por lo que algunos de los cuidados básicos a seguir durante su manejo consisten en mantenerlos alejados de objetos afilados; tanto de tijeras y alfileres como de esquinas de puertas, de muebles y de áreas ásperas como las superficies de algunas plantas y árboles.
La estática también puede hacer que los globos exploten por lo que, en la medida de lo posible, debes evitar colocarlos cerca de computadoras y de televisores.
La exposición a cambios de temperatura también es importante. El efecto del calor o del frío es menos perceptible en los globos de látex que en los de aluminio, sin embargo, en cualquier caso el gas se expande y se contrae en relación con la temperatura a la que se expone. El frío hace que el látex se vuelva quebradizo. La alta humedad también afecta a los globos. Mantener los globos a una temperatura uniforme prolonga su vida útil.
Mientras más grande sea el globo, más tiempo flotará, ya que será capaz de contener más gas. El tiempo que flotará un globo de látex depende de varios factores, por lo que nunca podemos afirmar que flotará durante un tiempo determinado. El látex es un producto natural producido por los árboles de caucho, por lo que está sujeto a variaciones inherentes de la misma manera que no se puede explicar, por ejemplo, por qué algunas flores en un ramo duran más que otras.
Los globos que no se perforan se desinflan gradualmente. El gas comienza a escapar de los globos de inmediato, pero no deberías notar ninguna diferencia durante varias horas. Si usas los globos en ambientes exteriores, debes saber que es posible que no duren mucho. Afuera, no solo la temperatura es variable, sino que también hay que lidiar con la posibilidad de que ocurran el viento y la lluvia. Solo unas pocas gotas de agua pueden hacer que un globo se caiga y el viento puede azotarlo contra una pared o un árbol antes de que te des cuenta.
Si quieres atar los globos a una valla, a un arco o a una estructura similar, te recomendamos que los ates para que no floten, así el viento no se los podrá llevar. Todos los globos de látex se oxidarán gradualmente; es decir, perderán su brillo y se volverán opacos, pero esto sucede más rápidamente al aire libre.
Por otra parte, aunque los globos de aluminio parecen mucho más resistentes que los de látex, en realidad no lo son. También se pueden perforar fácilmente, así que deberías mantenerlos lejos de objetos afilados, no solo de alfileres y tijeras, sino también de esquinas afiladas en muebles y puertas de automóviles, y áreas ásperas como árboles y arbustos, paredes de ladrillo y piedra, así como de monitores y televisores porque la estática también puede hacer que exploten.
El helio al interior de los globos reacciona a la temperatura, por lo que si los llevas a un lugar más fresco, el gas se contrae haciendo que los globos se vuelvan suaves, y si los llevas a un lugar más cálido, el gas se expandirá. Si se calientan demasiado, el gas en expansión hará que las costuras se rompan, así que no deberías colocarlos, por ejemplo, en una ventana soleada durante un día caluroso o cerca de fuentes de calor como fuego, focos, velas y estufas.
Al igual que con el látex, mantener los globos de aluminio a una temperatura uniforme prolonga su vida. Los globos que no han sido dañados o sujetos a grandes cambios de temperatura, flotan y lucen bien durante 4 o 5 días, luego se desinflan gradualmente durante un par de semanas. Cuanto más grande sea el globo, más durará, porque contiene más helio.
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